Todos los beneficiarios de la herencia deben presentar su documento de identidad (DNI). En caso de que alguno de ellos sea extranjero, deberá presentar su pasaporte original y válido, además de proporcionar el NIE correspondiente.
Documento oficial que certifica el fallecimiento de una persona. Se debe presentar la copia original expedida por el Registro Civil correspondiente.
Documento que indica si la persona fallecida dejó testamento y ante qué notario se otorgó. Este certificado es emitido por el Registro de Últimas Voluntades transcurridos 15 días desde el fallecimiento.
Testamento válido de la persona fallecida. Si existe, se debe aportar la copia auténtica del último testamento válido al notario.
Certificados originales de defunción de los familiares directos que fallecieron antes del causante, como por ejemplo un hijo, a fin de determinar qué otros parientes podrían tener derechos sobre la herencia.
Documentos que acreditan la propiedad de bienes inmuebles, vehículos, acciones, etc.
Documentos que muestran las cuentas y saldos del fallecido. Se deben solicitar a las entidades bancarias correspondientes.
Documento que acredita los seguros de vida correspondientes del fallecido. Si los otorgantes no disponen el mismo, desde la notaría se puede gestionar su obtención.
Comprobante del pago del impuesto correspondiente a los bienes inmuebles del fallecido que debe solicitarse al Ayuntamiento correspondiente.
Facturas, recibos o documentos que acrediten las deudas y gastos, en el supuesto de que el fallecido haya dejado deudas pendientes, las cuales deben ser consideradas al momento de realizar la partición de la herencia.
La aceptación y partición de herencia ante notario en España es el proceso legal mediante el cual los herederos reconocen oficialmente su derecho a recibir los bienes y obligaciones dejados por una persona fallecida. La aceptación implica asumir la herencia en su totalidad o renunciar a ella. La partición, por otro lado, implica la distribución de los bienes entre los herederos de acuerdo con las disposiciones testamentarias o, en su defecto, la ley aplicable.
El legislador español, consciente de la importancia de estas situaciones en la vida y la muerte de las personas, ha establecido un conjunto de normas jurídicas que regulan la sucesión de las personas. Estas normas determinan la nueva titularidad de los bienes, derechos y obligaciones de una persona fallecida. En la actualidad, estas normas se encuentran en el Título III del Libro III del Código Civil, que abarca un amplio número de artículos (lo que indica la importancia de la materia), en concreto, los artículos 657 a 1.087.
El procedimiento de aceptación y partición de la herencia se lleva a cabo en presencia de un notario, quien verifica la validez de los documentos y garantiza la legalidad del proceso. El notario también brinda asesoramiento a los herederos sobre los aspectos legales y fiscales de la herencia.
La aceptación de la herencia puede ser expresa o tácita. La aceptación expresa se realiza a través de un documento formal conocido como escritura de aceptación de herencia. La aceptación tácita ocurre cuando el heredero realiza actos que implican su intención de aceptar la herencia, como tomar posesión de los bienes o llevar a cabo actos de administración.
Una vez aceptada la herencia, se procede a la partición, que consiste en la distribución de los bienes entre los herederos de acuerdo con las disposiciones legales. Si existe un testamento, se respetarán las voluntades del fallecido en la medida de lo posible. En caso de que no haya testamento, se aplicará la legislación sucesoria correspondiente.
Se puede rechazar una herencia en España mediante un procedimiento legal conocido como "renuncia de herencia". Si una persona no desea aceptar los bienes, derechos o dinero que le corresponden en la herencia de un fallecido, puede formalizar su renuncia de manera expresa a través de un documento notarial.
Para proceder con la renuncia de herencia, se debe acudir a un notario y otorgar un documento en el que se exprese claramente la voluntad de rechazar los bienes heredados. Este documento debe ser firmado y sellado ante el notario para que tenga validez legal. Consúltenos la documentación necesaria para dicho trámite por teléfono o Whatsapp.
Es importante tener en cuenta que la renuncia de herencia es irrevocable, lo que significa que una vez realizada no se puede deshacer, a menos que se demuestre que hubo vicios en el consentimiento al momento de firmar el documento, como error, violencia, intimidación o dolo.
En España los herederos tienen derecho a solicitar información y documentación sobre el patrimonio y las deudas del fallecido antes de tomar una decisión definitiva. Este proceso suele llevarse a cabo a través de un "contador partidor", quien es designado por el juez o acordado por los herederos para realizar un inventario detallado de los bienes y deudas del fallecido.
El contador partidor recopilará la información necesaria, incluyendo detalles sobre los bienes, cuentas bancarias, propiedades inmobiliarias y cualquier otra información relevante relacionada con la herencia. Esta información se presenta a los herederos para que puedan tomar una decisión informada sobre si aceptar o rechazar la herencia.
En España no es posible renunciar únicamente a una parte de una herencia. La renuncia de herencia implica rechazar todos los bienes, derechos y obligaciones de la misma, sin la posibilidad de seleccionar qué bienes específicos se desean renunciar. No se puede repudiar la herencia parcialmente, a plazo o condicionadamente. La renuncia es total y definitiva.
La aceptación notarial de una herencia en España tiene varios efectos y consecuencias importantes. En primer lugar, implica que la persona acepta convertirse en el nuevo titular de los bienes, derechos y obligaciones del fallecido. Esto significa que asumirá la responsabilidad de todas las deudas y cargas de la herencia, utilizando tanto los bienes heredados como los propios para su satisfacción.
Además, la aceptación de la herencia es un acto voluntario y libre, lo que significa que la persona puede decidir si desea aceptarla o no. Sin embargo, una vez realizada la aceptación, es irrevocable, a menos que haya vicios en el consentimiento o aparezca un testamento desconocido que invalide la aceptación.
Es importante destacar que la aceptación de la herencia puede tener consecuencias positivas o negativas para el patrimonio del heredero. Por un lado, puede beneficiarse del incremento patrimonial de los bienes heredados. Por otro lado, también puede enfrentar minusvalías derivadas de las deudas y cargas de la herencia, que deberá asumir con sus propios bienes.
La aceptación de la herencia a beneficio de inventario es una opción que protege el patrimonio del heredero en caso de que existan dudas sobre si el pasivo de la herencia superará al activo. En este caso, las deudas y créditos de la herencia solo podrán satisfacerse con los bienes de la herencia, sin afectar los bienes propios del heredero.